Desmintiendo mitos sobre las cápsulas duras

Existen muchas ideas erróneas sobre las cápsulas duras de dos piezas, a lo largo de los más de 100 años en los que han sido utilizadas en todo el mundo. A continuación, desmentimos siete de los mitos más comunes.

Mito #1: Las cápsulas son difíciles de tragar

Este mito resulta contradictorio con la función misma de las cápsulas duras, considerando que la facilidad para ingerirlas es una de las principales razones por las que los consumidores las prefieren. En comparación con las tabletas estándar, las cápsulas tienen propiedades de baja fricción que facilitan su deglución.

Además, las cápsulas son excelentes para enmascarar sabores y olores desagradables, son resistentes a romperse y no se desintegran en la boca. No es de extrañar que sean uno de los formatos de dosificación oral más populares en industrias como la farmacéutica.

Mito #2: Las cápsulas no son veganas

La confusión probablemente proviene del hecho de que existen dos tipos de cápsulas duras en el mercado actual: las cápsulas de gelatina y las cápsulas de HPMC.
Las cápsulas de gelatina no son veganas porque están hechas de gelatina y este es un ingrediente derivado de animales (bovinos o porcinos). Por otro lado, las cápsulas de HPMC son de origen vegetal, siendo el HPMC (hidroxipropilmetilcelulosa) un material creado con celulosa proveniente de fibras naturales.

Las cápsulas HPMC de Farmacápsulas están registradas como veganas por la Vegan Society. Además, son libres de transgénicos, conservantes y alérgenos comunes y cuentan con certificaciones Kosher y Halal, lo que las hace ideales para satisfacer las necesidades dietéticas de una amplia variedad de consumidores.

Mito #3: Las cápsulas requieren un recubrimiento entérico para obtener un sistema de liberación retardada

Es comprensible cómo surgió este mito, ya que hasta hace poco tiempo era cierto.
Para maximizar la eficacia de probióticos, enzimas y otras formulaciones sensibles al ácido gástrico o la humedad, es necesario entregarlas directamente al intestino delgado. En el pasado, lograr esta liberación retardada requería un recubrimiento entérico, que es un proceso costoso, lento y riesgoso, que es susceptible de arruinar lotes completos de cápsulas. Sin embargo, las cápsulas de liberación retardada de Farmacápsulas han resuelto este problema. Nuestras cápsulas, hechas de HPMC son naturalmente resistentes al ácido gástrico, por lo que eliminan la necesidad de recubrimientos especiales, reduciendo tiempos de desarrollo y costos de fabricación.

Mito #4: Las cápsulas contienen rellenos innecesarios

Si bien algunas formulaciones encapsuladas contienen ingredientes inactivos que podrían considerarse «rellenos», también es posible encapsular formulaciones farmacéuticas o nutracéuticas sin usar aglutinantes u otros ingredientes inactivos.
La necesidad de rellenos depende de la naturaleza de los ingredientes activos. Por ejemplo, a veces se utilizan para facilitar la manipulación de una sustancia o para mezclar uniformemente los ingredientes activos entre sí.

Mito #5: Las cápsulas solo son para polvos y gránulos

Nada más alejado de la realidad; de hecho, una de las grandes ventajas de las cápsulas es su versatilidad. Pueden utilizarse con una amplia variedad de tipos de relleno: polvos, gránulos, micro gránulos e incluso tabletas. También son aptas para pastas. Además, existen cápsulas diseñadas específicamente para líquidos, como las cápsulas LQ-CAPS® de Farmacápsulas. Incluso es posible combinar varios tipos de relleno en una misma cápsula para incorporar sustancias químicas incompatibles en un solo formato.

Mito #6: Las cápsulas no son compatibles con todos los tipos de APIs

Debido a que las cápsulas están disponibles en formatos de gelatina y HPMC, son adecuadas para una amplia gama de ingredientes farmacéuticos activos (APIs):

  • Para APIs sensibles al oxígeno o dosis grandes, se recomienda elegir cápsulas de gelatina.
  • Para APIs higroscópicos, sensibles a la humedad o de baja solubilidad, las cápsulas de HPMC son una excelente opción. Estas también son ideales para APIs que tienden a formar enlaces cruzados con cápsulas de gelatina.
  • Para líquidos, las cápsulas LQ-CAPS® son una solución ideal.
  • Para fármacos sensibles al calor que no pueden comprimirse, tanto las cápsulas de gelatina como las de HPMC son opciones viables, dependiendo de las características del API.

Mito #7: Las cápsulas son aburridas

Aunque las cápsulas ofrecen personalización en tamaño, color, impresión y acabado, no suelen ser un tema de conversación para los consumidores. Sin embargo, las cápsulas con sabor de Farmacápsulas son una excepción.

Estas cápsulas no solo enmascaran sabores y olores, sino que también los mejoran. Gracias a sus sabores como menta, limón o uva, son ideales para competir con las populares gomitas en la población más joven como la infantil o la Generación Z.

También existe una versión para mascotas, que ofrece sabores a carne, tocino o pollo y que convierten las medicinas veterinarias en un «premio», eliminando el desafío de administrar el medicamento.

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