La tecnología LFHC para su suplemento líquido

LFHC

El mercado de los suplementos dietarios ha venido en crecimiento en los últimos 20 años y situaciones como la pandemia sólo ayudan a impulsarlo. Según cifras de Euromonitor International, el valor de este mercado en el 2020 fue de aproximadamente 4,7 mil millones de dólares, tan solo en América Latina.

De este interesante mercado, Brasil, Colombia, Chile y Perú, lideraron el listado de países con mayor número de usuarios, con más del 40% de su población consumiendo este tipo de productos y con las mujeres de clase media a la cabeza.

Con este interesante panorama, muchas empresas están buscando alcanzar una parte del mercado con sus productos nutricionales, al tiempo que intentan mejorar los que ya tienen para hacerlos más atractivos a los ojos de los cada vez más rigurosos consumidores.

Es aquí donde aparecen las formulaciones líquidas y la posibilidad de emplear la tecnología LFHC (Liquid Fill Hard Capsule) para mejorar tanto su efectividad como su atractivo comercial. Veamos las razones:

 

Flexibilidad en la formulación 

La tecnología LFHC facilita la encapsulación de formulaciones que de otra forma sería imposible o muy difícil de logar como, por ejemplo: 

  • Aceites naturales como el de pescado, el de ajo o el de coco, ya que eliminan la necesidad de emplear excipientes sintéticos que resultan indeseables, en especial en la producción de suplementos naturales. El aceite de cáñamo y el Cannabidiol (CBD) también se pueden encapsular a través de LFHC, en su forma natural.
  • Sustancias con sabores y olores muy Fuertes como el CBD y el aceite de pescado.  Las cápsulas duras de dos piezas, en general, funcionan muy bien enmascarando sabores y olores y constituyen una alternativa costo-eficiente a otros formatos como las cápsulas de gel. 
  • Sustancias con puntos de fusión altos como el aceite de coco. Estas formulaciones tienen un gran desempeño en cápsula dura que, a diferencia de otros formatos como las cápsulas blandas, no permiten formulaciones con puntos de fusión superiores a 35°C. Por el contrario, las cápsulas duras aceptan sustancias con puntos de fusión de hasta 80°C.
  • Formulaciones con ingredientes incompatibles, a través de la combinación de formatos de relleno. Por ejemplo, es posible encapsular aceites con APIs en otros formatos como microgránulos, microtabletas e incluso cápsulas más pequeñas. Todos estos componentes se pueden encapsular en una única cápsula dura de dos piezas. 
  • Compuestos de alta potencia que requieren menor cantidad de APIs. Además, la tecnología LFHC requiere menos excipientes que las tabletas o las cápsulas rellenas de polvo y es un medio ideal para encapsular compuestos sensibles a la humedad y la oxidación, que no pueden ser encapsulados en otros medios como las cápsulas blandas. 

 

Eficiencia del producto

Desde la perspectiva del consumidor, el beneficio principal de la tecnología LFHC es que el uso de suspensiones o formulaciones oleosas incrementa la biodisponibilidad del suplemento, lo cual significa una mejor y más rápida absorción en el organismo. Esto es especialmente importante cuando se manejan APIs con baja solubilidad en agua.

Adicional, el uso de formulaciones líquidas favorece la homogeneidad de los componentes en productos de baja dosis lo que, a su vez, incrementa la eficiencia del producto. 

 

Atractivo para el consumidor 

Gracias a las opciones de personalización de color y de la banda de sellado, además de la posibilidad de impresión sobre la cápsula, la tecnología LFHC puede ser altamente atractiva para el consumidor. Además de que sus múltiples opciones de color y sus combinaciones, le permiten crear productos diferenciales, que favorecen una mayor identificación con su imagen de marca. 

También es importante resaltar, que la tecnología LFHC permite el uso de cápsulas tanto de gelatina como vegetales, lo que también incrementa el atractivo de su producto para diversos segmentos de mercado como, por ejemplo, el vegetariano o vegano, que busca suplementos que no sean de origen animal. 

 

Mayores ganancias 

La tecnología LFHC permite un desarrollo de producto más rápido que otros formatos como, por ejemplo, el de cápsulas blandas, ya que con las cápsulas duras no es necesario formular la cápsula como tal y su escalamiento es posible con equipos de laboratorio tradicional. 

Además, una vez que supera la primera etapa de desarrollo del producto, el escalamiento es linear. Luego, cuando el producto está en producción, la tecnología LFHC es mucho más rápida y menos compleja que una cápsula blanda y tiene otras ventajas, como la posibilidad de fabricación en ambientes húmedos. 

En resumen, la tecnología LFHC es eficiente en costos y tiempo, lo que al final se traduce en beneficios para su marca, ya que después de todo, el tiempo es dinero. 

En Farmacápsulas contamos con un área de desarrollo de productos por contrato, la cual está preparada para asesorarla en el desarrollo de su producto LFHC.