Patentes farmacéuticas: cómo convertir retos en oportunidades

Patentes

Antes de que termine el 2023, cinco populares medicamentos para tratar diferentes enfermedades y condiciones como la epilepsia, el infarto del miocardio y la diabetes tipo 2, perderán su patente. Esto significa que los laboratorios que los crearon perderán la exclusividad en su fabricación y comercialización y por consecuencia, sufrirán un impacto económico importante.  

Las patentes farmacéuticas son una forma de propiedad intelectual que otorga exclusividad comercial a sus creadores por un tiempo determinado, que usualmente es de 20 años. Una vez finalizado este periodo, la composición del medicamento debe ser liberado al público, permitiendo que cualquier empresa pueda reproducirlo y comercializarlo. 

Dentro de los medicamentos que ya perdieron su patente este año, está Humira, el fármaco más vendido en el mundo para tratar la artritis, propiedad del laboratorio AbbVie. De acuerdo con el reporte Global Generic Drugs Market 2022-2028 de la consultora Research and Markets, la pérdida de esta patente implicará pérdidas para el laboratorio de hasta US$15.000 millones anuales.

El mismo estudio indica que en el periodo 2022-2028 se perderán US$150.000 millones en ventas, por cuenta de la terminación de diferentes patentes farmacéuticas en el mundo, de los cuales US$35.000 millones, se perderán en América Latina.

Descubriendo las oportunidades

A pesar de que el panorama no se muestra muy alentador para la industria farmacéutica mundial, 

siempre hay oportunidades en tiempos de dificultades y tal es el caso con el tema de las patentes. 

Al caducar una patente, cualquier empresa con la capacidad suficiente, puede reproducir el medicamento sin la necesidad de invertir grandes sumas de dinero en investigación y desarrollo, publicidad o mercadeo, lo que permite comercializar el medicamento a un precio mucho menor que el original.

Aunque esto afecta directamente al laboratorio creador, presenta grandes oportunidades para laboratorios de genéricos y biosimilares, que pueden desarrollar y comercializar el medicamento, a precios muy competitivos.

Adicional, al generar una mayor oferta a través de estos medicamentos genéricos, se facilita el acceso a segmentos de la población que antes no podían adquirirlo por su costo o escasez; lo cual significa una gran ventaja para regiones como la Latinoamericana, que ha sufrido de escasez de medicamentos en los últimos años.  

Abriendo camino para los genéricos

A raíz de la pandemia y de la escasez de medicamentos que esta generó, muchos gobiernos empezaron a buscar alternativas para contrarrestar el monopolio de medicamentos de parte de los laboratorios y países productores, a través de la inversión en laboratorios de genéricos locales o regionales.

De acuerdo al reporte citado de la consultora Research and Markets, se estima que la inversión en laboratorios de medicamentos genéricos en Latinoamérica alcanzará los USD10.000 millones para 2028, con Brasil, México y Argentina generando el 80% de la inversión. 

La luz al final del túnel

Son cada vez más los países que le apuestan al uso de genéricos en sus sistemas de salud y que asignan mayores presupuestos a la inversión de la industria farmacéutica regional, lo que sumado al panorama del vencimiento de patentes de los próximos años, permiten estimar una expansión del mercado farmacéutico latinoamericano que podría alcanzar los US$76.000 millones en 2023.

Por consecuencia, las entidades que busquen adquirir medicamentos genéricos deberán ser muy cuidadosas al momento de elegir proveedores y exigir a los laboratorios, los más altos estándares de producción, calidad y procesos certificados. 

Farmacápsulas es el fabricante de cápsulas duras vacías y productos farmacéuticos orales con más de 30 años de experiencia en el mercado farmacéutico latinoamericano y global.